12 agosto 2010

++ PARASHÁ SHOFTIM

בס"ד
TIEMPO DE FINALES

"Shoftim veshotrim..."

(Devarim 16,18)

Jueces y policías pondrás en tus puertas... Hakadosh Baruj Hu nos ordenó poner en todos nuestros ámbitos, jueces, para que dictaminen las leyes, para que salven las diferencias cuando hay distintas interpretaciones para una misma cosa. Pero también nos hizo poner policías, ¿para qué?, preguntó el rab hagaon Shlomo Levinstein Shlita en el motzae Shabat Shoftim de hace seis años en Kiriat Sefer. Y respondió: el juez ordena a determinada persona a pagar cierto monto, y esta persona no quiere pagar, entonces, los policías son necesarios para obligar al pueblo a que cumpla con los dictámenes de los jueces.

Y aunque todo parezca perfecto, el problema surge cuando el policía se convierte en una "persona buena", ¿cómo? El juez establece que un iehudi debe pagar a otro mil dólares. Como esta persona no paga, el juez envía al policía y le dice: andá y cobrale porque no quiere pagar...

El policía llega a la casa del iehudi y el iehudi lo recibe con alegría: Ah, vos sos el policía, entrá por favor a mi casa, sentate y servite algo para tomar... Vos sabés como fue el juicio, él dijo así, yo dije así, y el juez dictaminó que yo debo pagar. Y realmente yo querría pagar, pero acercate y mirá a los chicos, mirá sus ropas, la valija del colegio rota... no tengo plata ni para comprarles un cuaderno... ¿y vos querés cobrarme mil dólares?, ¿de dónde?, yo pregunto.

Y el policía, con el corazón destrozado, decide cobrarle en lugar de los mil dólares, solamente cincuenta dólares, ¿qué podemos decir de este policía? Algo débil, no cumple con la misión encomendada por el juez...

Este es justamente el gran problema en la vida, que nuestro policía es un hombre bueno. Todos necesitamos jueces y policías. Todos tenemos puertas. Tenemos la boca, una puerta sobre la que debemos cuidar que entra y que sale. Que podemos comer y que no podemos comer. Que debemos hablar y que no debemos hablar...

Tenemos las orejas, que está permitido escuchar y que está prohibido. Tenemos la nariz, que permitido oler y que no... Tenemos OJOS, oh, oh, una puerta para tomar muy en serio, una puerta que hoy en día nos trae muchos problemas, que se puede mirar y que no se puede mirar...

Muy bien, necesitamos jueces, no hay problema, los jueces (nuestro entendimiento) ya los tenemos, todos nosotros somos jueces, juzgamos a todo el mundo menos a nosotros mismos, creemos tener la mente clara y con la orientación precisa, con la claridad de conceptos, pensamos que conocemos cuál es el camino a seguir, todos sabemos qué está permitido y qué está prohibido, y el juez ya lo estableció. Cuando decimos que juzgamos a todos, la intención es decir que a todos juzgamos severamente, en cambio parece que nosotros, según este juez, hacemos todo bien. El problema está en el POLICIA. El policía es nuestra IRAT SHAMAIM, nuestro temor al Creador, y nuestra Irat Shamaim resulta ser un hombre bueno... En momentos de presión, deja pasar cosas... En todo sentido.

Por ejemplo, vamos a dormir y planificamos levantarnos a tal hora, sabemos todo lo que tenemos que hacer mañana por la mañana... Ponemos el despertador o pedimos en casa que nos levanten. Pero cuando llega el momento..., nuestro policía tiene buen corazón, yo le digo: escuchá, estoy muy cansado, y sabés todo lo que tengo que hacer hoy, por lo menos dieciseis horas hasta que vuelva a casa. APIADATE DE MI POR FAVOR Y DEJAME DORMIR MEDIA HORA MAS..., y por supuesto que el policía acepta, por eso necesitamos policías para todas nuestras puertas, que hagan cumplir lo que dicta el juez...

Preguntó el rab Levinstein, ¿escucharon hablar del rab Mordejai Porgemansky? Bueno, si no escucharon sobre él seguramente escucharon algo sobre el rab Eliahu Eliezer Dessler, Mashguiaj de la Ieshiva Poneviz, uno de los grandes rabanim de su generación, que cuando una vez entró a la Suca del Jazon Ish, éste dijo "Hashem vio un hombre justo que iluminará la generación...", y el rab Dessler se dio vuelta para ver de quién hablaba el Jazon Ish, pero el Jazon Ish hablaba de él!

En Bnei Brak, en el cementerio de Zijron Meir hay un sector con varias tumbas pequeñas, una de ellas, del rab Dessler, a su lado, el rab Porguemansky, y la tercera, el rab Shrague Mendlovich, el constructor del mundo de la Tora en norteamérica...

El rab Mordejai Porguemansky estudió en la Ieshivat Mir, era un gran sabio y estudioso, y durante la segunda guerra residía en Suiza. Allí mismo, estaba la rabanit Shterembuj, que se ocupaba de salvar iehudim que estaban atrapados por los nazis, y viajaba continuamente hasta el mismo centro de Berlín, poniendo su vida en peligro, para salvar y salvar más iehudim. Su trabajo, por demás complicado, requería consultas permanentes con un rab, y su rab era el rab Porguemansky, que tenía entre treinta y cinco y cuarenta años, y todavía seguía soltero, porque en esa época, en Europa, las gente pensaba que casarse con un estudioso de la Tora no era conveniente...

Los temas que debían tratar resultaban interminables, se sentaban durante horas para intentar resolver problemas y más problemas. Un día, la rabanit le dijo al rab que había un hombre no iehudi que tenía la intención de ayudarlos, espíando a los alemanes para suministrarles información. El rab le pidió que traiga a ese hombre para verlo. La rabanit entró a ver al rab con el hombre y al cabo de dos minutos el rab le dijo que podían retirarse...

La rabanit volvió sola y el rab le dijo: aléjese de ese hombre, porque va a entregarnos a los nazis...

Pero, no puede ser, dijo la rabanit, hace meses que estoy tratando con él, le aseguro rab, que este hombre no miente, y quiere ayudarnos...

Le repito, este hombre nos quiere entregar a los nazis!

¿Cómo el rab puede estar tan seguro en tan solo dos minutos cuando yo lo vengo estudiando tanto tiempo?

Hakadosh Baruj Hu me hizo un gran regalo, cuando veo a un hombre, enseguida reconozco sus cualidades, si dice la verdad, si pretende engañarme...

Si es así, dijo la rabanit, no seguiré trabajando con él. Ahora dígame rab, si tanto usted sabe detectar los pensamientos de la gente, ¿qué dirá el rab sobre mí?

El rab se puso tenso, y se sintió muy incómodo, finalmente dijo: ¿acaso usted piensa que yo la vi alguna vez?

¡A eso se llama cuidar la vista!!! Meses trabajando al lado de esa mujer, y no es una cuestión de una pregunta y listo, horas resolviendo asuntos y nunca la vio!!!

Cuando terminó la guerra, el rab ocupaba el puesto de Rosh Ieshiva en Francia. Seguía soltero y comía todos los días en la casa del rab Miller. Allí, también comía con la familia Miller, una chica soltera que había perdido a toda la familia en la guerra. Un día, el rab Miller le dice al rab Porguemansky: mirá, vos estás soltero, y la chica también, ¿por qué no se casan?

Y el rab contestó: antes tengo que verla!!!

Meses comiendo juntos todos los días y nunca la vio!!! El rab Shlomo Levinstein, le fue a preguntar al rab Roth, en Bnei Brak, alumno del rab Porguemansky, sobre la veracidad de estos hechos. Dijo el rab Roth, ese hombre, podía pensar (sin ningún libro, de memoria) sobre la Guemara, Rishonim y Ajaronim durante diez o doce horas seguidas, sin saber lo que pasaba delante de sus ojos...

Después de "verla", le dijo al rab Miller que podría ser, pero que debían avisarle a la chica que el tenía dos graves problemas: primero, era un hombre muy difícil, de caracter muy fuerte, segundo, estaba enfermo, y no sabía cuánto tiempo podría vivir...

El rab Miller fue a plantearle las cuestiones a la chica, que dijo: un hombre difícil, semejante sabio, una Tora caminando, estoy segura de aceptarlo..., lo segundo, si él me asegura que vivirá al menos un año, estoy dispuesta a casarme y luego quedar viuda durante toda la vida...

La chica quería la seguridad de que el rab viva durante un año..., pensemos, ¿quién de nosotros puede asegurar que viviremos los próximos diez minutos? Y el rab le aseguró que por lo menos viviría un año y se casaron... Y al año el rab Mordejai Porguemansky dejó este mundo..., increible!

El rab Roth cuenta que cuando estaba en el hospital, un día, el rab pensaba que todos habían dejado su cuarto, pero el rab Roth todavía estaba allí, y escuchó como el rab "hablaba" con Hakadosh Baruj Hu y le decía en Idish: ¡Ribono Shel Olam, sin piedad!, ¡sin piedad!, estoy preparado para recibir lo que me corresponda, y sin piedad Ribono Shel Olam, con tal de entrar limpio al Olam Haba!

Este hombre fue Mordejai Porguemansky, un ejemplo para quien quiera saber cómo cuidar la vista.

Estamos al principio del mes de Elul, y todos sabemos lo que eso significa, que en menos de treinta días llegaremos al Día del Juicio, el Día del Juicio Grande y Temible, y hace un tiempo, pensábamos que teníamos una protección adicional, hasta un cierto acomodo, porque cuando ocurrían cosas en el mundo, no nos tocaban tan de cerca, y podíamos decir: ah, estos pueblos son pecadores, a éste le pasó porque no cumple Shabat, y a este otro porque no come Casher, etc, etc., pero ahora vemos que no es así, hoy en día nadie está asegurado, y vemos con claridad que Hakadosh Baruj Hu nos habla a nosotros!!! Todo el tiempo habla con nosotros pero nosotros no escuchamos o no queremos escuchar.

Vemos ahora que Rosh Hashana no es un juego... Cuando el rab Levinstein dio esta conferencia, hacía una semana que había ocurrido el trágico atentado a la salida del Cotel Hamaaravi, la bomba en el ómnibus de la linea "2". El rab dice que a estas personas solamente podemos envidiarlas, si murieron es porque les llegó el tiempo de morir, y si murieron así, ojalá todos pudieran morir así, después de rezar Arvit en el Cotel, después recitar algunos capítulos del Tehilim, el corazón está más limpio. El problema no es de ellos, el problema es nuestro que miramos desde afuera... y vemos como Hashem se oculta...

Y hay quien considera que cuando, lo alenu, ocurren cosas parecidas, se considera como un "Korban", como un sacrificio, y si esto es una ofrenda, debemos posar nuestras manos sobre ella y saber, como explica el Rambam, que lo que le ocurrirá a nuestra ofrenda, en realidad debería ocurrirme a mí. Como se le hace Shejita al Korban, yo soy merecedor de la Shejita, como reciben su sangre, como arrojan su sangre y como queman su sangre en el Mizbeaj... todo eso me corresponde recibir... Por eso, lo que le pasó a toda esa gente, Hashem nos proteja...

Shoftim veshotrim, en todas nuestras puertas, tenemos muchas puertas, y los jueces, nuestro intelecto, otra vez, eso está perfecto, la cabeza funciona bien, todos nos consideramos datim o jaredim, y parece normal. Todos sabemos que podemos encontrar en el Shuljan Aruj que está permitido y que está prohibido. Por eso en cuestión de jueces, estamos en regla, el problema reside en el cumplimiento de las leyes, los policías que obligan a cumplir las leyes, nuestra IRAT SHAMAIM, si podemos creer o no en nosotros mismos...

Llegó el mes de Elul, ¿por qué hace falta este mes y por qué justo en esta época? Dice el Meiri que hace falta un tiempo especial para el arrepentimiento y debe ser exclusivamente ahora, porque es el momento de la "final", no del campeonato de futbol, sino que: construiste tu casa y la habitaste, tenés oro y plata, tu corazón se agrandó, y te olvidaste de Hakadosh Baruj Hu!!!

Y esto ocurre precisamente al final del verano, cuando tenemos el granero repleto de granos y las bodegas repletas de vino, ahora al tener toda la producción del campo en la casa pueden olvidarse del Bore Olam...

Esto ocurría antes, ahora, nadie tiene campos, nadie tiene viñedos, pero ahora acaban de terminar las vacaciones y tenemos que arrepentirnos de las vacaciones, ya que en las vacaciones, los shoftim y los shotrim no funcionan como deben, por eso, es hora de arrepentirnos.

Rab Hagaon Shlomo Levinstein Shlita.

Leiluy Nishmat Harav Guilad Hacohen ben Shmuel

Por el jajam Gabriel Guiber
Via | Facebook

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