12 noviembre 2013

++ ORAR LO QUE DIOS HA DICHO QUE HARÁ (PARASHA VAISHLAJ 5774)

Hola amigos.

De verdad que disfruto de leer y estudiar las Escrituras, razón por la cual me encuentro aquí compartiendo una pequeña reflexión de la porción que muchos se encontrarán leyendo y estudiando esta semana. Vaishlaj 5774.

Yo no pretendo hacer un comentario extenso, me voy a centrar en la oración de Jacob, esa oración que me recuerda mucho a la de Moisés o Daniel, una oración en la cual se trae a la memoria y se le expresa al Creador para que nuestra pronunciación tenga un soporte de lo que nuestro corazón anhela. Antes debemos recordar un poquito.

Jacob, estaba huyendo de su hermano Esaú, este quería matarlo y advertido por su madre de las intenciones de su hermano escapó lejos de esas intenciones. Debo decir que me identifico con Jacob, ¡cómo deseo que mi vida sea un reflejo de la de él! yo me lo imagino ahí en un cerro parado, viendo un camino difícil con la insertidumbre de dar el primer paso. Se dirigía a tierra de parientes, pero en el transcurso del camino se le reveló un Dios que entre otras promesas extraordinarias le dijo:

"He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho." (Gen 28:15)

Esto se lo dijo en sueños a Jacob, por eso, aunque parezca broma, ¡cuan importante es soñar! Tal vez El Eterno nos hable, eso sí, no esperemos escuchar a Dios en sueños después de una película de terror o después de haber hablado tonterías antes de meterse a la cama.

Dios habla a Jacob y le da varias promesas en un sólo versículo: 1) Estará siempre con él; 2) lo cuidará; 3) lo hará volver a la tierra de su padre y por si fuera poco cierra con una clausula impresionante: 4) no dejarlo hasta que le cumpla lo que dijo, en otras palabras, te cumplo por que te cumplo. Luego Jacob se despierta del sueño y hace un voto, una promesa un tanto diferente, dice:

"E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, y si volviere en paz a casa de mi padre, El Eterno será mi Dios." (Gen 28:20-21)

¿Qué clase de voto es ese? Si yo dijera, si me saco el premio mayor de la lotería, entonces El Eterno será mi Dios. Claro, Jacob no habló de lotería ni coches, mansiones o dinero, sin embargo, el voto encierra un deseo que yo he podido experimentar en estos últimos meses, un deseo de que Dios esté con nosotros y sea el Dios que nos guía y nos conduce en su verdad. No es un voto para satisfacer necesidades, es un voto para ser fiel a Dios SIEMPRE, porque efectivamente, si yo digo que El Eterno será mi Dios si cumple su Palabra es como pedir la certificación de nuestra fe porque cuando Él lo cumpla será vivir en convicción, eso es lo que yo creo que Jacob estaba haciendo.

Entonces un Dios se le apareció a Jacob en Betel (así llamó a ese lugar) e hizo ese voto. Vinieron las dificultades pero a la vez las bendiciones comenzaron a florecer y efectivamente El Eterno estuvo con Jacob pues prosperó y se hizo grande, El Eterno le dio muchos hijos, lo llenó también de alegría y felicidad pero faltaba algo, regresar a casa. Cuando Jacob se dirigía a casa recordó por qué se fue de casa, su hermano lo estaba esperando y él tuvo miedo, un miedo tan natural en nosotros que es imposible a veces no tenerlo, no debemos sentirnos mal al tener miedo a veces, no es por falta de fe, es para aumentar la fe, y sepan por qué...

Jacob se entera que su hermano viene hacia su campamento con 400 hombres, la preocupación afloró inmediatamente e hizo una estrategia de supervivencia, dividir su familia en dos (qué gran secreto hay aquí) y resuelve que, si su hermano Esaú viene con esa cantidad de gente, tal vez cuando ataque al primer campamento, el segundo tenga oportunidad de huír y no perecer. Sin embargo, tras se presa del miedo y combatirlo con nuestro propia sabiduría no le quedó de otra más que hacer una oración:

"Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac, El Eterno, que me dijiste: Vuélvete a tu tierra y a tu parentela, y yo te haré bien; menor soy que todas las misericordias y que toda la verdad que has usado para con tu siervo; pues con mi cayado pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos campamentos. Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le temo; no venga acaso y me hiera la madre con los hijos. Y tú has dicho: Yo te haré bien, y tu descendencia será como la arena del mar, que no se puede contar por la multitud." (Gen 32:9-12)

Qué poderoso es orar con las Palabras de Dios en nuestra boca, yo les digo que oren lo que han leído y verán si Dios no contesta las oraciones. Este método tiene como propósito tener una relación con El Eterno, el hallar gracia ante sus ojos es mucho mejor que cualquier cosa en la tierra. Yo como padre sé lo que significa mis palabras para mis hijas, "papá tú prometiste que iríamos al parque", "tú dijiste que me comparías helado" y digan ustedes ¿qué hace uno como padre? pues que sepan amigos que: "¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?" (Mt 7:9-11) Verdad o no?

Después que Jacob oró a Dios así, el resultado fue increíble, ese hermano que años atrás quería matarlo ahora lo amaba como si nunca le hubiese deseado la muerte, y Jacob supo que el cambio de actitud en el corazón de su hermano fue obra divina pues antes de encontrarse frente a frente con su hermano le había enviado muchos regalos para calmar su recuerdo:

"¿Qué te propones con todos estos grupos que he encontrado? Y Jacob respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. Y dijo Esaú: Suficiente tengo yo, hermano mío; sea para ti lo que es tuyo." (Gen 33:8-9)

Ven cuan importante es hallar gracia a los ojos de Dios, el hallar gracia a los ojos del Eterno hace que los hombres nos miren diferente porque nuestra actitud, compromiso, entrega, fidelidad y amor están en Dios, eso contagia a quienes nos ven. Jacob le insistió a su hermano que lo recibiera y pronunció unas palabras que me llegaron a lo profundo de mi ser:

"No, yo te ruego; si he hallado ahora gracia en tus ojos, acepta mi presente, porque he visto tu rostro, como si hubiera visto el rostro de Dios, pues que con tanto favor me has recibido." (Gen 33:10)

Que el Dios de Betel, el Poderoso que se le apareció y sostuvo a Jacob, el Poderoso que le fue fiel a Jacob y le cambió el nombre a Israel esté con nosotros, que hallemos gracia ante sus ojos para ver la autoridad de su Ungido.

Shalom amigos.

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