30 junio 2011

++ EL MESIAS OCULTO (SALMO 69)

Gracias a Yehonatán ben Abraham, amigo de Facebook, que nos comparte el vínculo a un bonito sitio que aborda la defensa de la fe mesiánica desde el Tanaj (A.T). Expongo a continuación uno de los artículos publicados y por supuesto les invito a visitar el sitio.

Vía | profeciasmesianicas.com

EL MESIAS OCULTO (SALMO 69)

La lectura de la Toráh, así como también los escritos proféticos y aún el libro de Tehilim/Salmos, arrojan abundantes y ricos detalles sobre la figura del Mesías. Las pistas están escondidas en todo el Tanaj/Antiguo Testamento como señal para su reconocimiento, que como leemos en Romanos 10:4; el propósito del mismo Tanaj, es llevarnos al Mesías, ya que apunta:
“Porque la meta a la que el Tanaj apunta es el Mashíaj, quien ofrece justificación a todos los que confían.”

Se dice también que los profetas escribieron acerca de los días del Mesías, también lo hizo así David hamelej/Rey David y, por ordenanza y precepto divino también, la Toráh, indudablemente, nos habla de su figura.
De acuerdo a la lectura de Tehilim 69, versículos 2 y 3, se puede ver descrita la situación de una persona pasando por una gran y desesperante angustia, leamos:
“Sálvame, oh Eloahim, pues han llegado las aguas hasta el alma. Me he hundido en el cieno de las profundidades y no hay dónde pararsellegué hasta los abismos de las aguas y una corriente torrencial me arrastró.”

El hombre del que nos habla Tehilim, como leímos, se encuentra en una situación por demás precaria y, en verdad, al punto de morir ahogado, no obstante, también el versículo 4 nos muestra más luz en torno a su desesperación, y es que de su clamor agonizante, dice, su voz también se enronqueció:
“Me fatigué de clamar, se enronqueció mi garganta [...]“.

Y la continuación del versículo, dice:
“[...] se me acabaron los ojos de esperar a mi Eloahi”.

La segunda parte del versículo 4 nos confirma que su situación era por demás apremiante. Su vida estaba al borde de terminar y en un lugar del cual no podía salir, ni tampoco descansar o dormir siquiera un instante.
Lo más probable y, por la descripción que hasta el momento el libro de Tehilim/Salmos nos ofrece, podemos pensar que se encontraba en una fosa, sigamos la lectura del versículo 15, dice:
“Rescátame del lodazal, y no dejes que me hunda; me salvaré de los que me odian y de las profundidades de las aguas”.

Un verso más adelante, es decir, en el versículo 16, el contexto de la situación real de este hombre, él mismo nos lo aclara, leamos:
“Que no me arrastre una corriente torrencial de agua, y que no me trague el abismo, ni cierre sobre mí la fosa su boca“.

Se podría pensar que las citas anteriores hablan metafóricamente del sufrimiento del Mesías, no obstante, es una clara evidencia que después de haberle arrestado y encadenado la noche del día 14 del primer mes, Yahshúa fue arrojado en una fosa por el Sanhedrín.
¿Podría haber sido este un úlitmo intento de hasatán de cortar la vida del Mesías sobre la Tierra para que no cumpliera con los requisitos de su muerte estipulados en la Toráh y muriera como nuestro korban Pésaj/sacrficio de Pesaj, y así pretender arruinar la Redención de todo Israel?

-Para que a ninguno le falte la confianza en rabenu Melej haMashiaj
Vía | www.profesiasmesianicas.com

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