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Marción (izquierda). |
Fuentes marcionistas.
Está cada vez más claro la influencia gnostica de la doctrina marcionista (gr. markiynistai), por eso adquiere notoriedad la historia del maestro Kerdón que amalgamaría en sustancia y esencia el conocimiento que Marción expondría, pues sus fuentes, totalmente de inspiración paulina, serían una lista de escritos que Marción intentaría impulsar como sagrados. Es aquí, por primera vez en la historia cristiana, que se levanta un índice para ordenar escritos sagrados independiente de los escritos sagrados hebreos. La lista marcionista plasma de alguna manera su doctrina; Se rechaza totalmente el Antiguo Testamento, y quiero hacer un paréntesis aquí porque, de igual forma, por primera vez en la historia del cristianismo se introduce el concepto de "Antiguo Testamento" que hoy la inmensa mayoría de creyentes repite haciendo eco de la idea de Marción. A continuación intentaré resumir la idea marcionista de este rechazo al AT, pues de igual forma Marción aceptó como inspirado solamente el Evangelio de Lucas y 10 cartas de Pablo (excluida las patorales y hebreos, quizás en parte por su estructura levítica).
Doctrina de Marción.
Marción partió de una premisa básica, Dios debe ser una divinidad buena en exceso, por lo que para él, al leer la Ley, los profetas y demás escritos sagrados hebreos no podía encuadrar la conducta del Dios del Antiguo Testamento. Por esta razón y usando la terminología platónica, Marción identificó a YHWH como el 'Demiurgo' en realidad el creador de este mundo, pero era un ser malvado, nefasto, que de ninguna manera podía ser el Dios bueno y supremo que él idealizaba, en base a lo que leía en las cartas de Pablo, en las que el Hijo del Dios supremo y bueno, reflejaban otra identidad y una oposición al Dios malvado, YHWH. Básicamente Marción decía: YHWH es un dios que creó el mundo, pero que está subordinado a una entidad superior, el Dios bueno. Con esta mentalidad es fácil entender el rechazo del AT cuando leía sobre el carácter de un Dios vengativo, celoso, iracundo con otras naciones, etc.
Fue así que estableció la noción de dos dioses, uno malvado y creador del mundo llamado YHWH que se manifiesta contundentemente en el AT y otro bondadoso, amoroso, señalado en el Evangelio de Lucas y las cartas de Shaul de Tarso. No conforme con la insistencia en ver al dios bondadoso en "su NT", Marción alegaba en algunos puntos interpolaciones y manipulaciones en aquellos pasajes donde se hablaba muy bien del Dios del Antiguo Testamento. Teniendo claro que en un principio había dos dioses o dos poderes, uno estaba por encima del otro y, dado que el creador de este mundo y del hombre como materia y carne eran creaciones imperfectas por consecuencia, YHWH era imperfecto como su creación, en contraposición estaba el Dios Supremo y bueno, extraño al mundo creado por cuando era perfecto. Este Dios supremo veía la subyugación del hombre a una condición terrible que estaba sujeto a una Ley incapaz de cumplir, pues ese Dios creador se lo había impuesto. Así, el Dios supremo tuvo compasión del hombre y por pura gratitud, sin nada externo que lo impulse y por inmensa bondad, éste Dios, el Trascendente, envía un Salvador.
Siendo así la realidad para Marción, ve en las palabras de Yeshúa (Jesús) y Pablo que el Dios supremo por pura bondad desea salvar al hombre aun cuando él y el resto de la creación no son obra suya. El Salvador del Dios trascendental es su hijo, que es un modo de comunicación hacia fuera de si mismo, ya que el Dios supremo es único, es una revelación de sí mismo, para Marción esencialmente no hay algo como un dios Padre y dios Hijo, ambos son un Dios único (una especie de modalismo).
El Hijo, que es el Salvador aparece en la historia humana, pero su cuerpo es sólo 'apariencia' pues la materia, que es extraña al Dios supremo y obra del Dios malvado no tiene cabida en él (principio del docetismo). La salvación por lo tanto atribuida al Hijo consistía en sufrir 'voluntariamente' el dominio del Dios creador de este mundo con todas su imperfección para "rescatar", redimir por medio de esta muerte al hombre que estaba en manos del Creador. Ahora bien, la forma de salvarse por medio de esta realidad era parte de la revelación que el Salvador por medio de este conocimiento daría a la humanidad, la existencia de un Dios supremo, trascendente, externo al mundo material que busca la liberación a esta creación y a su soberano que subyuga al pecado (que es parte de su dominio) procurando obedecer una Ley aun cuando es difícil de observar, en realidad, para Maricón, como he escrito ya, el Dios del AT es un dios terrible y maléfico que tiene en zozobras al hombre. Es por eso que, aquellos que acepten este mensaje del Salvador podrán ser partícipes de la liberación con una vida ejemplar y de bondad, por tanto deberán renunciar a todos los placeres de la materia (dominio del creador). Este hombre no solo debe llevar una vida plena de bondad sino congregarse en la Iglesia marcionista, bautizarse, ser partícipe de la eucaristía y una serie de sacramentos hasta que llegara el Juicio final precedido por el Dios Supremo que condonaría a aquellos que recibieron el mensaje del Salvador, piadosamente, recibiendo así la salvación de sus almas (sin cuerpo). Curiosamente también se salvarían 'los malvados' del Antiguo Testamento, aquellos paganos que se revelaron contra YHWH, el Creador, siendo así, los judíos en general, obedientes al Dios Creador y los cristianos que aceptan el AT serán condenados al Hades.
Influencia marcionista.
Más allá de las concepciones marcionistas emanadas del gnosticismo, hay una serie de legados que el marcionismo tiene hasta nuestros días. La irreconciliación de que el Dios revelado en el AT sea el mismo del NT que leemos no es para nada gratuito ni alejado de la casualidad y que el concepto Antiguo Testamento daría peso a teologías como la del reemplazo, las dispensaciones, etc. Esta separación y la búsqueda de un código de escrituras inspiradas que encontraran contrapeso con las Escrituras sagradas de los judíos son parte importante en la historia de la cristiandad, éste heresiarca de ninguna manera sería el autor del NT sino el primer editor de aquellos escritos que circulaban ya con autoridad en mayor o menor medida en las comunidades de los variados cristianimos que confluían en el siglo II e.C.
Shalom amigos.