18 abril 2016

++ EL DÍA Y LA HORA DE LA ERA MESIÁNICA. LA BASE DE CREENCIA DE LA PARUSIA.

Hola amigos.

La expectativa judía de la llegada de un agente mesiánico libertador (El Mesías) ha estado presente en el imaginario teológico de la fe hebrea antes de la era cristiana, pero a su vez, ha pasado por herencia a la expectativa cristiana, que en realidad, es la misma expectativa judía pero exponenciada, corregida y aumentada a la luz del mesianismo de Jesús el galileo crucificado.

Cuando Jesús muere en el madero, el hervidero de la expectación mesiánica seguía en ebullición, para los ojos socio-político-religiosos de los judíos, Jesús era un pretendiente más que se unía a la causa libertadora pero que lamentablemente, al morir, fallaba en sus pretensiones. Los seguidores de Jesús dieron vuelta a la expectativa de liberación, la depuraron y la convirtieron en una suerte de vaivén escatológico. Los judíos ajenos al mesianismo de Jesús al ver una tras otra el fracaso mesiánico y ante semejante destrucción de su vida religiosa en el 70-132 e.c. optaron por lo más viable y prohibieron hacer cálculos para la era del Mesías:

Rabi Samuel hijo de Najmani dijo en nombre de Rabi Jonatán, “¡Que se pudran los huesos de aquellos que calculan el fin! Porque ellos van a decir que puesto que llegó el momento predeterminado y que él aún no ha llegado, eso significa que nunca vendrá. Mejor es esperar por él, tal como está escrito: ‘A pesar de que se demore, lo esperaré’ (Is 30:18).” [T. Sanhedrin 97b]

Se estaba prohibiendo el cálculo de la era venidera, fue una consecuencia asumida pero como se ve aun mismo en los escritos mesiánicos, también fue una necesidad y una herramienta exegética. Pero esta actitud rabínica también fue precedida por los apocalípticos por antonomasia, los autores de los textos qumranitas, que habían concebido la idea de que, "el día y la hora" no estaba sujeta a cálculos, esto se desprende de una referencia de los textos de Qumram a que Dios no deja que se conozca la revelación de los días postreros y el profeta Habacuc a quien se le estaba dando revelación, él mismo es impedido a conocerlo sino que el Maestro de Justicia lo revelará a su tiempo:
Y dijo Dios a Habacuc que escriba lo que sucederá a la generación final, pero Él no le permitió conocer cuando será el tiempo del fin ... Esto se refiere al Maestro de Justicia, a quien Dios ha dado a conocer todos los misterios de Sus palabras dadas a sus siervos los profetas ... Los últimos días se prolongarán, y superarán lo dicho por medio de los profetas; por los asombrosos misterios de Dios. [1QpHab 7:1-8]

Ya para la mitad del siglo I e.c. esta expectativa era de uso corriente y así se manifiesta en la declaración puesta en los labios de Jesús:
Pero de aquel día y de la hora nadie sabe,  ni aun los ángeles que están en el cielo,  ni el Hijo,  sino el Padre. (Mc 13:32)

Cuando los rabinos prohíben los cálculos es sobre la base de una tradición que censuraba el uso indiscriminado de dicha expectativa, porque esta animaba a una esperanza, pero cuando la misma caía estrepitosamente en su falta de cumplimiento podía causar desánimo, por esta razón es que los rabinos bloquearon las mediciones de la era por venir. Ahora que, no confundir con que se perdió la expectativa, que ya en el siglo XII continuaría reafirmándose aun en los círculos judíos piadosos con los principios de fe de Maimonides. Los seguidores de Jesús por su parte iban a ejercer su ardua labor teológica de sostener esa expectativa en Jesús convirtiendo el fracaso del madero en una victoria de esperanza escatológica como un Mesías oculto tal cual como estuvo oculto precedido a la creación esperando, ahora, su parusia o segunda venida. Esta concepción judaica se apoya también en la teología judía extraída en textos como 2 Baruc y 4 Esdrás que hablan de un Mesías esperando a ser manifestado, aguardando los días posteriores:

"Y será que después de estas cosas cuando se cumple el tiempo del advenimiento del Mesías, que ha de volver en gloria." (2 Baruc 30:1, Apocalipsis de Baruc)
"Tú mismo vas a ser quitado del mundo de los hombres, y vas a permanecer con Mi Hijo y con los que, como ustedes, hasta el fin de los tiempos." (4 Esdrás 14:9, Apocalipsis de Esdras)

De las 7 cosas preexistentes a la creación del mundo (T. Pesajim 54a) según los sabios judíos, el nombre del Mesías era una de ellas por lo que, aguarda su manifestación, los seguidores de Jesús se harían eco pues de esta idea de ocultamiento mesiánico y justificar la parusia. En la tradición judía midrásica sobre un texto de Isaías quedaría manifestado así:
"El Rey Mesías nació cuando la creación del mundo, ya que el Espíritu de Dios estaba sobre la faz de las aguas, y el Espíritu de Dios es el Rey Mesías como está escrito: Se posará sobre él el Espíritu de Dios (Is 11:2)"

Sobre esta base teológica, en la carta de Jacobo o Santiago, que atestigua un judeomesianismo no tan paulino, se logra vislumbrar de forma exponenciada la expectativa del Mesías oculto ahora en Jesús, pero que no se sabe su manifestación, se exhorta a permanecer serenos:

"Por tanto,  hermanos,  tened paciencia hasta la venida del Señor.  Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra,  aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. " (Stgo. 5:7)

Sea que el Mesías está oculto en Roma (T. Sanhedrin 98a), como una tradición judía llegó a expresar o que aguarda en los cielos como afirma la teología mesianista de Jesús se enmarca en la expectativa judía y desprenderla de ello servirá de poco para tratar de comprender lo uno y lo otro de esta antigua esperanza judía.

Saludos,
.David .Mena

02 febrero 2016

++ AMOR INCLUYENTE DE JESUS

Hola amigos:

Los sabios judíos han enumerado en 613 mandamientos la composición de preceptos divinos de la Ley de Moisés. Uno de esos mandamientos es de sobra conocido:

Precepto No. 213 [Kedoshim]: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Lev 19:18)

En la teología judía éste precepto está enfatizado a la comunidad, lo que se desprende de una relación referida al prójimo judío, es decir, al hermano. Esto es precedido por el contexto de la cita: "No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo..." (Lev 19:18a). La expresión "los hijos de tu pueblo" es un hebraísmo para 'hermano' que por si fuera poco en el capítulo están entrelazados los términos "No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado." (Lev 19:17).

Es en este sentido que prójimo y amarlo están enmarcados exclusivamente a la familia y al grupo comunitario. Así es como mayormente es entendido en el mundo judío por lo que, en su momento, cuando el Evangelista Lucas reconstruye un dialogo entre Jesús con otro rabino (interprete de la Ley) éste le cuestionará sobre ¿cómo identificar al prójimo? (Lc 10:25-37) colocando en labios de Jesús una interpretación más incluyente. Según Jesús, el prójimo no es sólo su hermano judío, el hijo de su pueblo sino que al poner como prójimo al samaritano, tenido por gentil (no-judío), estaba poniendo en un escaparate muy amplio la flexibilidad de la Ley de Moisés la cual debió entender que no era excluyente, por que Dios al menos no lo es (pienso yo).

Probablemente Jesús tuvo en mente otra referencia, dado que emplea la misma expresión con respecto al gentil o extranjero (samaritano) que no necesariamente es un prosélito (circuncidado):

"Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. Yo El Eterno vuestro Dios lo digo." (Lev 19:33:34)

La clave está en interpretar ¿a qué tipo de extranjero se refiere? y el texto mismo aporta un detalle grande al respecto. Algunos mandamientos de la Ley de Moisés tienen su interpretación explicitada, es decir, que nítidamente den razón de por qué Dios mandó a hacer o prohibir tal cosa, este es uno de esos textos que poco se necesita agregar, al menos, es lo que yo entiendo. ¿Por qué los israelitas-judíos deben amar al extranjero que esté con ellos? por que ellos, los judíos-israelitas fueron extranjeros también. En este caso no se puede decir que ellos fueron prosélitos en Egipto (que es la otra acepción del término extranjero), es decir, que no adquirieron estatus legal de egipcios durante su estadía en aquél país, todo lo contrario, se apunta la diferencia que ellos fueron extranjeros en el pulcro sentido del termino (incluso ni siquiera como extranjeros fueron considerados sino como "esclavos", otro término). Las palabras de Jesús agregarían a como los actos misericordiosos son aplicables a quien identifiquemos como prójimo sea exclusivista o incluyente la concepción que tengamos, por lo que, en lo personal, admito en ésta una excelsa interpretación en Jesús de las cosas atribuidas a él que más admiro.

Paz.

13 marzo 2015

CENA PASCUAL. ¿JESUS O PABLO?

Lo que a continuación compartiré probablemente resulte incómodo para alguno, inquietante para otro, pero al menos mi intención es que sea información interesante.

La inmensa mayoría que leemos los escritos nazarenos, ya sean en sus distintas denominaciones o auto-adscripciones, tienen el común denominador de perpetuar el indice canónico cristiano. ¿Qué digo con esto? que, no hay versión de las Escrituras hoy en día, que incluya los libros nazarenos (cristianos) y que no lleve este orden: primero los 4 evangelios, hechos de los emisarios, las cartas paulinas y las cartas pastorales o de los demás emisarios y al final, el libro de Revelaciones. La verdad es que, lo que más he aprendido en la crítica textual es ir a las fuentes más antiguas y examinar con pinzas las fuentes más tardías. En otras palabras, yo, David Moisés, por ejemplo, leo primeramente el evangelio de Marcos por encima de Mateo y Lucas (no quiere decir que no lea los otros), los así conocidos como sinópticos; el evangelio de Juan, el más tardío de los tres es, fuera de la duda razonable, la muestra de una evidente elaboración teológica que expone y aumenta una visión del Mesías celestial a través de Jesús Nazareno y es ya, un trabajo elaborado por un autor o una escuela nazarena que, atribuye a Jesús una exaltación de su enseñanza a la que se suscribe el espíritu profético, en otras palabras, el autógrafo toma licencia para poner en boca de Jesús cosas que tal vez no dijo, pero que, por la inspiración divina, se sobreentiende que debió decir. De antemano afirmo que del cuarto Evangelio (en realidad del resto de las Escrituras nazarenas a excepción de unas cuantas cartas de Pablo) no se puede saber con toda seguridad quién es su autor, quien afirme lo contrario simple y sencillamente se auto-engaña y engaña a otros. Antes de seguir, quiero aclarar que resulta difícil de sostener, fuera del prejuicio religioso, que los autores de los cuatro evangelios más usados hasta hoy por todos los movimientos que siguen las enseñanzas del rabino galileo sean testigos oculares. Ya es mucho decir.

Pues bien, expuesto esto, cabe decir que el orden cronológico para entender o por lo menos intentar comprender las enseñanzas del germen nazareno se remite a Pablo de Tarso. Las cartas de Pablo son los primeros escritos nazarenos, por tal, en el campo del estudio histórico tienen preeminencia, es aquí donde uno cae en la cuenta de lo siguiente:

Por si no lo sabían, lo escrito en Mt. 26.26-29; ni lo escrito en Mr. 14.22-25; ni mucho menos en Lc. 22.14-20 son la fuente más antigua de la "cena Pascual". Si uno pregunta, cual es la fuente más antigua de la cena del Señor de ninguna manera hay que citar algún evangelio, en verdad hay que remitirse como ya escribí anteriormente a Pablo, por lo tanto, la primera y más antigua referencia a una cena de Pascua, si cabe llamarlo así, es lo escrito en: 1 Cor 11:23-26. Hay que despejarse la idea de los evangelios, es Pablo de Tarso la fuente primigenia y el impulsor más fehaciente de esta idea religiosa. Hay un remolino de debates al respecto entre los estudiosos, por un lado los que no pueden separar su inclinación teológica y confesional (en otras palabras, los estudiosos cristianos, nazarenos, etc) y los que por puro rigor académico abordan la historicidad de los escritos nazarenos. Por supuesto que leer ambas posturas es enriquecedor para alguien como yo que se encuentra en el primer grupo, pero que, curiosamente me atengo a las conclusiones de los segundos por la simple y sencilla razón del mayor peso, no voy a explicar aquí ese sentimiento de desilusión y gozo que he experimentado en los últimos años, simplemente es algo que le puede suceder a cualquiera.

Ahora bien, se cierne el debate en lo siguiente: tanto el autor de Marcos, Mateo y Lucas al exponer la cena pascual, por lo menos hay que decir, que ya antes otro escritor de la antiguedad había manifestado la idea y que ahora, ellos están transmitiendo una tradición aumentada. El debate se sanja sencillamente, si se desliga la tradición de Pablo de la cena pascual como independiente de los evangelios, entonces Pablo no está refiriéndose a la cena pascual judía estrictamente sino a otra cosa, pero justamente está lo opuesto, que Pablo escribió sobre lo mismo de que los autores sinópticos expusieron, una cena en la que Pablo de Tarso teologiza o interpreta que Jesús es una especie de cordero pascual en la que (Jesús) anuncia su muerte y el perdón de pecados. ¿Y que es lo interesante de todo esto? una palabra griega...

Se ha gastado tanta tinta y seguirá gastándose en interpretar esto que Pablo escribió:

"Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado..." (1 Cor 11:23a; RV60)

La Reina Valera del 60 como es sabido, la más usada de las versiones en el mundo cristiano evangélico, prácticamente todas las versiones vierten lo mismo: "por que yo (Pablo) recibí del Señor" la palabra clave es 'recibir'. Hay dos posturas al respecto con implicaciones realmente considerables, estas dos posturas, desde mi punto de vista, pueden llegar a definir a un creyente.

La primera y la que el 99.99 % de los creyentes (yo quiero ser parte del 0.01 %), consciente o inconscientemente se suscribe es que, Pablo, recibió del Señor, la tradición de la cena pascual que deambulaba desde la época en que Jesús efectivamente habría pronunciado las palabras que todos conocemos que están en Mt. 26.26-29; Mr. 14.22-25 y Lc. 22.14-20, es decir, dar verosimilitud a la historicidad de la cena pascual y que Pablo recibió esa tradición que ya circulaba. Resulta muy sencillo, la verdad, leyéndolo así, con la traducción y concepción de "tradición y recibí", el panorama está claro, no me sorprendería que alguno se dijese: si está más claro que el agua, ¡qué intentas decir David!. La versión Dios Habla Hoy es la más contundente con esta interpretación:

"Porque yo recibí esta tradición dejada por el Señor" (1 Cor 11:23a; DHH).

Sin embargo, lo cierto es que hay una alternativa para reconsiderar el pasaje, la disyuntiva está en cómo aplicar la expresión griega paralambánein (entregar-recibir), salvo la mejor opinión de los expertos y el uso dado en los escritos nazarenos, no está hablando de una mera "tradición" sino más bien de una revelación personal, como de un enunciado que alguien le comunica a otro que lo desconoce, ese es el sentido de la frase, es un tecnicismo judío de kibel y masar bajo una herramienta griega. Lo que presupone esto es que, entre las dos concepciones 1) Pablo recibió del Señor esa revelación que desde la época de la comunidad de Jerusalén (Pedro, Juan y compañía) venían considerando como parte integral de la historia nazarena; 2) que Pablo por revelación divina, sin mediación de alguna comunidad que influenciara en él, llegó a conocer aquello que desconocía, que quizás, la cena en la cual decían que Jesús tomó pan y vino, en realidad era una cena de conmemoración sacrifical o vicaria, en la que, se teologiza tal al estilo de Pablo como el cruce del mar rojo y el bautizo, ahora en el pan y el vino como el cuerpo y sangre del Mesías Jesús. Lo que trato de decir es esto, que el hecho y conocimiento de la cena de Jesús antes de morir no es la revelación en sí la que recibe Pablo, ya sea que, la fuente de esta tradición tenga su origen en la primera comunidad judía de Jerusalén o que, efectivamente Pablo desconociera dicha tradición, su revelación consiste en la inspiración de la exégesis que resulta de interpretar la cena pascual judía como el simbolismo del perdón de pecados por la muerte de Jesús representados en los elementos del pan y del vino. Este teologuema, es decir, la idea teológica introducida en una narración que busca ser histórica, es de origen paulino. Por eso Pablo afirma con contundencia, YO recibí revelación del Señor, y lo que sigue a continuación es el teologuema que Pablo desarrolla en el resto del capitulo de 1 Cor 11.

Es muchísimo decir que Pablo es la fuente del anuncio pascual, si alguien ya lo sabía, no lo sabemos a ciencia cierta, porque Pablo varias veces, en sus cartas, prescinde de la comunidad de Jerusalén, llega a decir que "su evangelio" no lo recibió de "carne ni sangre" un hebraismo resultante de que nadie vino a enseñarle entre los primeros y cercanos discípulos de Jesús tal o cual cosa sobre lo que él iba predicando a las comunidades que fundó y administraba entre los judíos y gentiles.

No es que sea para escandalizar, en historia, el texto antiguo toma preeminencia, sin embargo, en teología la posibilidad está abierta, sea que Jesús quiso conmemorar la pascua e introducir por medio de un culto pascual su muerte y perdón de pecados o ya sea que Pablo la elabora y lo coloca (porque lo recibió del Señor directamente) como un fundamento nazareno, el hecho es que desde entonces hasta hoy muchos creyentes harán eco de la idea expresa de un teólogo judío de la antigüedad llamado Saulo o Pablo de Tarso.

.David .Mena

15 enero 2015

++ 26 PUNTOS QUE RESEÑAN AL MAS PROBABLE JESUS DE LA HISTORIA.

El Dr. Antonio Piñero, en su libro "Jesús y las mujeres" enlista unos 26 puntos que de acuerdo al análisis crítico de los textos evangélicos se sustrae al Jesús más genuino y sustancial, el denominado "Jesús de la historia", prácticamente del 1 al 13 no hay mucho que agregar. De los 26 puntos, estoy en prácticamente de acuerdo con todos y me suscribo contundentemente en los puntos del 14 al 18 con respecto a su mensaje escatológico (evangelio), el punto 19 es una afirmación 100% que he asumido y defendido constantemente. El punto 20 es el que define mi afinidad por Jesús en su forma más pura. En los punto 21 y 22 se encuentra el Jesús halájico, es cuanto más se debe hablar del judaísmo de Jesús. El punto 23 es probablemente el más difícil de digerir para el creyente común pero está totalmente encuadrado con los acontecimientos, sustrayendo las sentencias teologizadas de Jesús puestas por los autógrafos. El punto 24 para mí caben las dos posibilidades planteadas, tanto limpieza cultual simbolizada y un acto de celo profético. Los puntos 25 y 26 son la explicación más aproximada a la visión histórica, de forma imparcial y vista quizá desde los ojos de un neutral. Jesús, un judío peligroso por su pretenciones mesiánicas, atendiendo que un Mesías es un guerrero de Israel capaz de levanterse en arma contra el sacro impero romano, definitivamente, si Roma sentenció a Jesús, fue por esos motivos. Cabe destacar y lo hago enfáticamente, tanto el Dr. Piñero como Bermejo son historiadores independientes sin afiliación confecional alguna. A continuación la cita de los puntos:
"El estudio crítico y comparativo de todos los textos evangélicos, podemos pergeñar –con palabras de Fernando Bermejo- el siguiente resumen de lo que nos parece que fue el Jesús histórico (“Historiografía, exégesis e ideología. La ficción contemporánea de las ‘Tres búsquedas’ del Jesús histórico”, Segunda parte, Revista Catalana de Teología 31 (2006) 54-64.) :
1. Nació durante el reinado del emperador Augusto, probablemente algunos años antes del comienzo de la era cristiana.
2. Creció en Nazaret de Galilea.
3. Perteneció a una familia numerosa.
4. Fue un individuo profundamente religioso. La personalidad de Jesús fue intensa y entusiásticamente religiosa, moldeada por la fe del Israel de su tiempo.
5. Su religiosidad fue plenamente judía. Jesús se atiene a las creencias y prácticas religiosas de su pueblo
6. Fue atraído por la personalidad de Juan Bautista y por su mensaje religioso. Fue bautizado, ya en su madurez, por este.
7. Jesús tomó de Juan Bautista algunos de los principales motivos de su predicación.
8. Reunió un grupo de discípulos, cuyo núcleo estuvo compuesto de doce. Es muy posible que este conjunto tuviera un significado simbólico y representara a las doce tribus de Israel
9. Habló y actuó como con el convencimiento de ser un profeta, el portavoz o heraldo de Dios para los momentos finales de este mundo.
10. Utilizó en su predicación un lenguaje directo, accesible al pueblo, caracterizado por imágenes hiperbólicas y parábolas persuasivas. Fue visto por el pueblo como un maestro, en hebreo rab, rabino, de la Ley.
11. El centro y la razón de ser de su predicación fue el anuncio de la venida del reino de Dios.
12. Jesús ciñó su predicación a Israel y no fue ningún predicador universalista, es decir, se sintió enviado a predicar solo a las “ovejas perdidas” de la casa de Israel.
13. Se dirigió de forma especial a los pecadores.
14. Creyó que la instauración del Reino no dependería de los hombres, sino de Dios.
15. Comprendió el Reino de Dios --cuya venida anunciaba como una realidad de carácter integral-- como una entidad no meramente espiritual. Por ello su mensaje tenía implicaciones materiales y políticas.
16. Anunció el establecimiento del Reino de Dios en un futuro próximo. No es seguro que Jesús pusiera un plazo al desenlace escatológico, pero sí que esperó que este habría de llegar en un futuro próximo.
17. Se expresó en ocasiones como si en su propia acción hubiera ya signos de la venida del reino de Dios. Unos pocos dichos de Jesús –especialmente en Lucas y Mateo- parecen referirse al Reino no como una entidad únicamente futura, sino como una realidad que está irrumpiendo en el presente.
Estas sentencias no contradicen el contenido de los dichos de Jesús que esperan un Reino en el futuro, ni significan que Jesús creyese que el Reino estaba ya presente. Eran solo la manifestación de que sus acciones contra Satanás, exorcismos y sanaciones sobre todo, señalaban que los preludios de la venida del Reino estaban ya presentes. Sus expresiones de “presente” son, por tanto, indicación de su entusiasmo escatológico y de su visionaria convicción de la inminencia futura del Reino.
18. El reino de Dios predicado por Jesús incluía la idea de un juicio, que implicaba tanto la salvación de unos como la condenación de otros. El anuncio del juicio escatológico –-con su doble dimensión, gozosa y terrible-- forma parte integrante de la proclamación de Jesús, no solo el mensaje de salvación.
19. Realizó acciones que tanto él como algunos de sus contemporáneos consideraron extraordinarias, como exorcismos y curaciones. Es decir Jesús fue un taumaturgo, un realizador de acciones portentosas que sus seguidores y otras personas de fuera consideraron milagrosas. Probablemente sus milagros se restringieron a las sanaciones y exorcismos.
20. Antepuso los aspectos morales a los rituales. En la enseñanza de Jesús el culto judío no es abolido, pero queda postergado ante los aspectos éticos.
21. Radicalizó la Torá, o Ley, si bien en tal radicalización permanece en el marco de aquélla. Jesús no pretendió fundar religión nueva alguna.
22. Mantuvo polémicas con otros grupos religiosos de su tiempo, aunque este conflicto tiene lugar en el seno de acuerdos básicos en el marco de la común religión judía.
23. Desde Galilea, Jesús fue a Jerusalén en la Pascua de su último año de vida (hacia el año 30 d.C.), sea para celebrar la fiesta, para predicar o en espera de la instauración del Reino, aunque no para morir.
24. Protagonizó un incidente en el Templo. Aunque es incierto el sentido de la acción -¿limpieza cultual simbólica y profética de la futura restauración de Israel y del Templo mismo?- e incluso su impacto o alcance, la intervención en el santuario fue ejercida con cierta violencia y conllevó el impedimento temporal de la actividad comercial que debía realizarse para llevar a cabo los sacrificios.
25. Jesús fue arrestado –y decidida su ejecución- por motivos de índole sociopolítica.
26. Murió en tiempos de Tiberio, crucificado por los romanos en medio de dos “bandidos”. El vocablo “bandido” era la manera suave en la época de designar a un sedicioso antirromano. La muerte agravada en cruz estaba destinada a esclavos huidos o recalcitrantes y a rebeldes políticos contra el Imperio."

11 enero 2015

++ EL DISCIPULO AMADO: ¿JUAN, LAZARO, MARIA MAGDALENA, TOMAS O JACOBO? ARGUMENTOS BÁSICOS DE J. D. TABOR

El discípulo amado: ¿Juan, Lázaro, María Magdalena, Tomás o Jacobo su hermano.? Argumentos básicos de J. D. Tabor.

En el cuarto evangelio, el atribuido tradicionalmente al emisario Juan, se hace referencia al discípulo que más amaba Jesús en 4 episodios, a saber: en la Última Cena, a lo pies de la cruz, en la tumba vacía, y en el Mar de Galilea después de la resurrección. En Jn 18:15 se hace una referencia discreta cuando Pedro seguía a Jesús y también "otro discípulo". J. D. Tabor hace 5 apreciaciones:

I.- El discípulo amado es un hombre por lo que, la tesis de Ramón Jusino que señala a María Magdalena quedar descartado, ella es la que encuentra la tumba vacía y corre a avisar a Pedro y "otro discípulo" a quien Jesús amaba por lo tanto es inverosímil.

II.- Cualquier persona mencionada por su nombre en el Evangelio de Juan, y sobre todo en estos últimos capítulos (del Jn 13-21), no es probable que sea el discípulo amado, ya que el argumento del autógrafo es ocultar su identidad. Esto se traduce en que, los mencionados en Juan 21:1-2, quedan descartados juntos con Felipe, Andrés, y Judas Iscariote y también a Lázaro.

III.- Si se acepta la referencia en Jn 18:15 como una referencia a esa figura enigmática, el discípulo amado parece tener conexiones sacerdotales en que él es capaz de llegar a Pedro en el patio de la casa del Sumo Sacerdote, a sabiendas de la mujer en la puerta.

IV.- El discípulo amado toma a la madre de Jesús, María, a su cuidado, insinuando que Jesús es el hijo mayor de la familia en función del "jefe de casa". Sin embargo, Jesús lo designa oficialmente como el "hijo", indicando que él es ahora quien llevará a cabo la función de cuidador porque ahora Jesús ya no podía hacer. Aquí hay desacuerdo ya que hay estudiosos que señalan el episodio a los pies de la cruz como una escena no-histórica sino teologizada; J. D. Tabor señala: "ya sea que esta escena en la cruz debe ser tomada como un hecho histórico o no, creo que refleja, no obstante, una tradición que la madre de Jesús se pasó al cuidado de quien se convirtió en el "hijo" a cargo de la familia, incluyendo a su madre. Obviamente, él se ha ido de la escena y alguien tiene que hacerse cargo en términos de liderazgo en la familia y el cuidado de su madre."

V.- La más clara y famosa referencia del discípulo amado quien está presente en la última cena, pareciera que sólo se incluye a los Doce y ha sido deducido que alguno de los Doce debe ser ese discípulo especial, sin embargo, aunque no especifica tampoco excluye de la posibilidad de que no sea una cena únicamente para los doce discípulos escogidos sino abierta. Lo que se estaría señalando es que Jesús ama a todos sus discípulos pero en especial a este, quien está tan apegado a Jesús en su regazo. Es una particularidad muy humana diría yo, el tener un amigo íntimo de confiabilidad.

La mayoría de estudiosos independientes son claros en señalar que el "discípulo amado" es una figura simbólica, no histórica. J. D. Tabor dice que no, que le da plausibilidad que sea una tradición de una persona real pero que intencionalmente se ha velado su identidad, ahora que lo pienso tendría sentido dada ciertas persecuciones del judeo-mesianismo jerosolomitano (los seguidores de Jesús de Jerusalén, pues), si es que de allá viene esa tradición. Se destaca entonces que, los únicos que no son citados en el cuarto evangelio son el "otro" Jacobo, "otro" Judas, el "otro" Simón y Mateo. Aquí es donde D. Tabor arguye y recuerda que de los hermanos de Jesús (Jacobo, Simón y Judas, y un cuarto, José) podría haber una evidencia de que Mateo es otro hermano que se conoció también como José. El silencio sería entonces más incidental que accidental.

Cosiderando pues los factores, concluye D. Tabor que Jacobo, el hermano de Jesús es el candidato más viable. En distintas tradiciones por la vía de otros textos considerados apócrifos se refuerza más la tesis. Jacobo es el encargado de la dirección de los seguidores de Jesús, en el conocido Evangelio de Tomás:

“Maestro sabemos que tu te iras de nuestro lado ¿quién será el mayor entre nosotros? Y Jesús responde: “hacia donde vayáis y pase lo que pase dirigios hacia Santiago el justo, puesto que quien vuelve al cielo y a la tierra le concierne” (Evangelio de Tomas, logia 12)

En uno de los tratados lucanos, contundentemente Jacobo es considerado como un pilar fundamental del movimiento de los seguidores de Jesús en Jerusalén (Hch 15:12-21). El que Jesús deje a Juan o Lazaro de Betania como responsable de su familia carece de sentido, considerando la cultura judía, no así a un miembro de su familia. J. D. Tabor trae igual una serie de argumentos de Jacobo como un sacerdote o levita, tengo mis reservas al respecto pero igual describo las bases que presenta: "Hegisippus nos dice que Jacobo llevaba la ropa blanca del sacerdote, y una mitra de algún tipo, y se le permitió entrar en el santuario interior del templo, tal vez como representante de los nazarenos. También tenemos la tradición en el Evangelio de los Hebreos que Jacobo estaba realmente presente en la última cena, y que Jesús le entregó una especie de "prenda" que significó su oficio sacerdotal." Esta última referencia, prescindible de algún presunto oficio sacerdotal por parte de Jacobo, es buena para aplicar al menos por una tradición antigua que Jacobo estuvo en la última cena y por lo tanto es candidateable a ser el discípulo amado, de hecho todos los que estuvieron en esa cena pudieran ser. Está interesante, no! Claro, no me sorprendería que nuestra mente nos encendiera las luces de alerta y tajantemente sea desechado el argumento sin darle una posibilidad. Por lo menos, podríamos aceptar que es interesante, para mí ya es ganancia.

Paz.
.David .Mena